Libro Blanco de la prevención de incendios: grandes propuestas, escasa incidencia política

¿Por qué las recomendaciones de la Fundación MAPFRE y APTB no transforman la realidad de la prevención en España?

En marzo de 2025, Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) publicaron el esperado Libro Blanco de la Prevención de Incendios, una recopilación de 112 propuestas técnicas, legislativas y educativas con un objetivo tan ambicioso como necesario: reducir a cero el número de víctimas mortales y heridos graves en incendios en España.

Pero esta valiosa hoja de ruta se enfrenta a una cruda realidad: el muro burocrático y conceptual del Estado español. A pesar del respaldo de expertos y entidades del sector, la mayoría de sus recomendaciones podrían quedar en papel mojado. ¿Por qué?

El problema estructural: la arquitectura del Estado

Una de las principales causas del bloqueo es conceptual. En otros países como Alemania, Reino Unido o EE.UU., existe una diferenciación clara entre “safety” (seguridad frente a accidentes) y “security” (seguridad frente a delitos). En España, sin embargo, todo se mete bajo el paraguas del “Ministerio del Interior”.

Esto ha generado una estructura administrativa confusa e ineficiente, donde organismos como la Dirección General de Protección Civil o la Dirección General de Tráfico operan al margen de la Secretaría de Estado de Seguridad. En resumen: la prevención de incendios no cuenta con un canal político claro que priorice sus necesidades.

Propuestas del Libro Blanco que podrían cambiarlo todo

A pesar del contexto, el documento plantea iniciativas de enorme valor para proteger a ciudadanos y empresas:

  • Instalación obligatoria de detectores de humo en viviendas (como ya ocurre en países nórdicos).
  • Creación de un registro nacional de víctimas y siniestros, para tomar decisiones basadas en datos.
  • Formación en autoprotección desde la infancia, incluyendo contenidos en el currículo escolar.
  • Plan de subvenciones para pymes y comunidades de vecinos, orientado a adaptar instalaciones obsoletas.
  • Reforma legislativa que otorgue protagonismo al Cuerpo de Bomberos, incluyendo mínimos estatales de dotación y formación.

Pero… ¿quién tiene la competencia?
Aquí aparece el gran escollo: muchas de estas propuestas implican modificaciones estructurales y presupuestarias que escapan al ámbito técnico y entran de lleno en el terreno político. En este punto, la voluntad institucional es crucial.

El Ministerio del Interior, tal como está concebido, sigue centrado casi exclusivamente en la seguridad policial, herencia de un modelo de Estado donde la protección civil ha sido históricamente secundaria. Esta miopía impide avanzar en la integración de políticas activas de prevención.

Una lectura técnica y empresarial

Desde nuestra experiencia en el sector de la protección activa contra incendios, afirmamos con rotundidad: muchas de las propuestas del Libro Blanco no sólo son viables, sino urgentes. La falta de coordinación y de impulso normativo solo pospone soluciones que ya están sobre la mesa.

Nos encontramos cada día con instalaciones que carecen de lo básico: extintores vencidos, sistemas de detección inexistentes, salas de calderas sin ventilación, industrias con deficiencias críticas en sus salidas de emergencia.

La prevención es rentable. Tanto en vidas salvadas como en reducción de daños y costes derivados de incendios. Pero para que lo técnico se transforme en realidad, la política debe escuchar al sector y legislar desde una visión integral y moderna de la seguridad ciudadana.